En febrero de 2021 se declaró duelo nacional en Bolivia tras el hallazgo de 34 cóndores andinos muertos. Las imágenes que circularon en las redes sociales mostraron un escenario desolador en una zona de la localidad de Laderas Norte, ubicada a unos 20 kilómetros (12 millas) de Tarija, la ciudad más grande del sur del país.
Hoy, esa tragedia ha dado lugar a la primera área protegida rural/municipal dedicada a la conservación de esta majestuosa ave rapaz, Vultur gryphus, que figura en el escudo de armas de Bolivia.
La Reserva Pure de Quebracho y Cóndor en la Cordillera de Laderas fue creada para proteger a esta emblemática ave sudamericana y conservar un rodal de quebracho blanco (Aspidosperma quebracho-blanco), especie característica de la región del Chaco, un vasto ecosistema de matorral.
“Es interesante que ahí mismo hay un pequeño bosque de quebracho blanco”, dijo Verónica Sanjinés, abogada de la Fundación Nativa, quien ayudó a la comunidad en la creación del área protegida.
La nueva zona protegida
La tragedia del cóndor fue un momento decisivo para la comunidad de Laderas Norte. “Cuando llegamos al sitio, pudimos ver cóndores (muertos) por todas partes. También hubo mucha gente de organizaciones gubernamentales a nivel municipal, departamental y nacional. Hubo mucha consternación por la noticia”, dijo Sanjinés.
Los cóndores fueron víctimas del conflicto entre los agricultores locales y los pumas (Puma concolor) que habitan la zona.
Las 34 aves murieron después de comer cebo envenenado por los agricultores. Estos últimos tenían la intención de matar pumas a los que culpaban de depredar a su ganado. Tras el incidente, los habitantes de Laderas Norte decidieron demarcar toda su comunidad, que se extiende sobre 3.296 hectáreas (8.145 acres) como reserva para proteger al cóndor y al quebracho blanco.
“A raíz de la muerte de los cóndores, surgió entre los agricultores la thought de buscar un mecanismo para proteger a estas aves y también contribuir a la comunidad a mejorar su calidad de vida”, dijo Sanjinés. “A nosotros como institución nos pareció muy interesante la thought porque es increíble que existan cóndores tan cerca de la ciudad de Tarija, a apenas 40 minutos de distancia. En otros países hay que viajar durante horas para ver esta ave”.
Sanjinés dijo que la propuesta unique incluía varias comunidades que cubrían un área combinada de más de 57.000 hectáreas (alrededor de 141.000 acres). Sin embargo, las comunidades no lograron llegar a un consenso y la única que persistió con el proyecto fue Laderas Norte. “Es interesante ver a una comunidad con un compromiso impresionante con la conservación tomar la decisión de convertir todo su territorio en un área protegida”, dijo Sanjinés.
La ley municipal que crea la reserva fue emitida el 24 de agosto de este año. Señala que el objetivo es preservar las características geomorfológicas y paisajísticas y la diversidad biológica y cultural de la zona, así como conservar y mantener especies amenazadas de excepcional valor, como el cóndor andino y sus zonas de nidificación y caza. La ley también detalla el objetivo de “proteger el único bosque de quebracho blanco que queda en el valle central de Tarija”.
El documento fundacional señala que se promoverá el turismo comunitario como forma de contribuir al desarrollo native y regional, y se fomentará la investigación científica. La nueva área protegida también buscará conservar las principales fuentes de agua de la zona.
“Es una comunidad de pequeños productores de papa y frutas, pero lo interesante es que no utilizan agroquímicos. Su producción es ecológicamente racional, lo que supone un beneficio adicional para la zona. Además, tiene un potencial turístico interesante, que podría generar ingresos a la comunidad”, dijo Sanjinés.
“El establecimiento del área protegida también frena la urbanización de la zona, por la cercanía de Laderas Norte a la ciudad de Tarija. La expansión urbana avanza hacia áreas que aún son productivas (agrícolamente). Hay mucha especulación con la tierra, por lo que este fue otro argumento para la creación del área protegida”.
Un área biodiversa
La Reserva Pure Quebracho y Cóndor en la Cordillera de Laderas está ubicada en la zona de transición entre los bosques subandinos tucumán-bolivianos y la Cordillera occidental, ecosistemas con una gran variedad de flora silvestre, entre árboles, arbustos y cactus.
Las especies representativas del bosque subandino incluyen palo barroso (Blepharocalyx salicifolius), laurel (Cinnamomum porphyria), cedro andino (Cedrela lilloi), nogal (Juglans australis), tipa (Tipuana tipu) y quina colorada (Myroxylon peruiferum), entre otras. Mientras tanto, los valles interandinos albergan el algarrobo (Prosopis spp.), el kiñi (Acacia macracantha), el molle (Schinus molle), el ceibo (Erythrina falcata) y la queñua (Polylepis spp.). Las laderas albergan jacarandá (Jacaranda mimosifolia) y tolilla (Eupatorium bunifolium).
Una característica de esta área protegida es “el parche homogéneo de aproximadamente 57 hectáreas (141 acres) con al menos 10.000 árboles de quebracho blanco jóvenes y maduros”, según un diagnóstico y propuesta socioambiental para el área protegida municipal elaborado en 2021.
El documento señala que el quebracho blanco merece protección porque es el único rodal que queda de este árbol en el Valle Central de Bolivia, a pesar de ser una especie nativa característica del Chaco. La lista nacional de especies de plantas amenazadas de Bolivia enumera al quebracho blanco como weak debido a la fragmentación y reducción de su área de distribución.
La vida silvestre de la región no es menos diversa. Según el documento, entre las especies encontradas aquí se encuentran el zorro cangrejero (Cerdocyon factor), el venado gris (Mazama gouazoubira), el gato de Geoffroy (Leopardus geoffroyi), el puma, el oso hormiguero gigante (Myrmecophaga tridactyla), el oso hormiguero de collar (Tamandua tetradactyla), zorrillo andino (Conepatus chinga), jaguarundí (Herpailurus yagouaroundi), pizote de cola anillada (Nasua nasua), jaguar (Panthera onca) y cóndor andino, entre otros.
“El cóndor, con su condición de especie icónica y representativa, además de estar claramente amenazada, sirve como palanca para la conservación y la creación de un área protegida”, afirmó Diego Méndez, director del Programa de Investigación de Aves Rapaces de Bolivia.
Méndez dijo que la conservación del cóndor andino es compleja, debido a la capacidad del ave para recorrer grandes distancias. Eso hace que toda la extensión de un área protegida como la reserva recién creada sea sólo una fracción del área utilizada por un cóndor. “La reserva está completamente dentro del área de distribución del cóndor, pero es prioridad hacer más investigaciones dentro de la reserva para explorar si hay nidos o dormideros, así como ver con qué frecuencia se alimentan los cóndores en el área”, dijo Méndez.
Agregó que cree que el compromiso de la población native con la creación del área protegida y la conservación del cóndor podría significar que incidentes de envenenamiento como el ocurrido en 2021 nunca vuelvan a ocurrir, al menos dentro de la reserva.
Méndez también dijo que la ubicación del área en la zona de transición entre los ecosistemas secos y semiáridos de los valles interandinos y el bosque tucumán-boliviano la convierte en una zona interesante desde el punto de vista ecológico, con la presencia de quizás entre 200 y 300 especies de aves. “Hay una diversidad importante en un lugar relativamente inalterado, donde también hay mamíferos como la taruca (Hippocamelus antisensis), un venado andino, muy amenazado por la caza”.
Renzo Paladines, director de conservación de Naturaleza y Cultura Internacional (NCI), que apoyó el esfuerzo para crear la reserva pure, dijo que desde una perspectiva puramente biológica, esta área protegida “es pequeña para una especie que puede viajar 100 kilómetros (60 millas). ) un día.» Sin embargo, Paladines dijo que la Reserva Pure Quebracho y Cóndor en la Cordillera de Laderas es simbólica porque fue una respuesta inmediata a una tragedia ambiental. “Que 34 cóndores hayan muerto envenenados por comerse un solo cadáver de animal es horrible. Considerando que en Colombia solo hay 60 cóndores, (el evento en Bolivia fue) como que murió la mitad de la población de cóndores de Colombia o un tercio de la población de cóndores de Ecuador. Una tragedia”, afirmó.
Paladines también dijo que el compromiso de Laderas Norte con la creación de la reserva es una garantía de conservación del área. El área también podría ampliarse en el futuro. «Ese es el nuevo objetivo, crear toda el área, que inicialmente period de 57.000 hectáreas», dijo Paladines.
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Este artículo de Yvette Sierra Praeli fue publicado por primera vez en Mongabay.com el 13 de diciembre de 2023 | Traducido por Megan Morrissey. Imagen principal: Un cóndor andino sobrevolando el área protegida, cortesía de Fundación Nativa.