Los 7 hábitos más inusuales de los mastines

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Los mastines, conocidos por su imponente estatura y presencia digna, son una de las razas de perros más antiguas y majestuosas. Originarios de civilizaciones antiguas donde servían como perros guardianes, perros de guerra y compañeros de caza, los mastines tienen una historia tan grandiosa como su tamaño. A pesar de su apariencia algo intimidante, los mastines son conocidos por su temperamento gentil y su lealtad eterna hacia sus familias. Estos gentiles gigantes no sólo son protectores sino que también poseen una naturaleza tranquila y vigilante, lo que los convierte en excelentes compañeros. Junto con estos rasgos admirables, los mastines exhiben varios hábitos inusuales que reflejan sus antecedentes históricos y su composición genética única. Comprender estos hábitos es esencial para cualquier dueño de Mastín, ya que pueden proporcionar información más profunda sobre su comportamiento y ayudar a fortalecer el vínculo entre el perro y el dueño. Este artículo explora siete de los hábitos más inusuales de los Mastines, profundizando en las razones detrás de cada comportamiento y ofreciendo consejos sobre cómo gestionar estos rasgos distintivos de forma eficaz.

1. Proteger los instintos

Los mastines poseen un fuerte instinto protector, que está profundamente arraigado en su ADN gracias a siglos de custodiar propiedades y proteger a su gente. Este instinto puede manifestarse en una forma muy sutil de vigilancia donde se colocan entre su dueño y extraños o en las puertas para monitorear posibles amenazas. Si bien este comportamiento es beneficioso para fines de protección, es importante que los propietarios se aseguren de que no se convierta en agresión. La socialización y el entrenamiento adecuados desde una edad temprana pueden ayudar a los Mastines a comprender el comportamiento apropiado, asegurando que mantengan la calma y el management en presencia de invitados o en entornos públicos.

2. Comportamiento de «apóyate en mí»

Los mastines suelen exhibir la peculiar costumbre de apoyarse en sus dueños o sentarse sobre sus pies. Se cree que este comportamiento es una señal de afecto, de búsqueda de consuelo o simplemente una forma de permanecer cerca de su gente. Si bien esto puede resultar entrañable, también puede resultar abrumador dado su enorme tamaño. Enseñarle a los Mastines los límites del espacio private desde una edad temprana puede ayudar a controlar este comportamiento, asegurando que siga siendo afectuoso sin volverse engorroso.

3. Babear

Uno de los hábitos físicos más destacables de los Mastines es su tendencia a babear, especialmente después de beber agua o cuando huelen la comida. Sus grandes mandíbulas y labios contribuyen a este característico babeo. Si bien es un aspecto pure de su fisiología, controlarlo puede implicar tener toallas a mano para limpiarse la boca y mantener un espacio limpio alrededor de las áreas para comer y beber para evitar desorden en el hogar.

4. Roncar

Debido a su gran pecho y estructura de las vías respiratorias, los mastines son propensos a roncar fuertes, que pueden ser bastante pronunciados cuando duermen. Esto puede resultar divertido pero también perturbador, especialmente si comparten habitación con sus dueños. Garantizar que tengan un ambiente cómodo para dormir que fomente la respiración adecuada puede ayudar a minimizar los ronquidos. Los chequeos veterinarios periódicos también pueden garantizar que no haya problemas de salud subyacentes que contribuyan a los ronquidos.

5. Explosiones de baja energía

A pesar de su tamaño, los mastines no son una raza con mucha energía. A menudo tienen explosiones de energía seguidas de largos períodos de descanso. Durante sus períodos activos, pueden participar en comportamientos lúdicos, como carreras cortas o jugar con juguetes, lo que puede sorprender a quienes esperan que estén letárgicos. Fomentar el ejercicio moderado y common puede ayudar a controlar sus niveles de energía y mantener su salud.

6. Extrema lealtad y apego

Los mastines desarrollan un intenso apego a su familia y, a menudo, se vuelven especialmente vinculados a una persona a la que consideran su principal cuidador. Esto puede provocar un comportamiento protector y ansiedad cuando se separa de su dueño. Desarrollar la confianza a través de la socialización y el entrenamiento en independencia puede ayudar a mitigar la ansiedad por separación y garantizar que se sientan seguros incluso cuando están solos.

7. Sensibilidad al clima

Los mastines tienen poca tolerancia a las temperaturas extremas, particularmente al calor, debido a su gran masa corporal y su pelaje grueso. A menudo buscan las áreas más frescas de una casa durante el clima cálido y pueden necesitar aire acondicionado o ventiladores para mantenerse cómodos. Monitorearlos para detectar signos de estrés por calor y brindarles un ambiente cómodo y con temperatura controlada es essential para su bienestar.

Los mastines son una raza extraordinaria que combina el poder físico con un carácter amable y afectuoso. Sus hábitos inusuales son una ventana a su herencia histórica y genética, ofreciendo tanto desafíos como alegrías a sus dueños. Al comprender y gestionar adecuadamente estos hábitos, los propietarios de Mastiff pueden garantizar que sus mascotas lleven una vida feliz, saludable y plena, plenamente integradas en sus familias como queridos compañeros.





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