Nuestro viaje a través del corazón salvaje de los refugios nacionales de vida silvestre de Nuevo México fue un testimonio del poder de la conservación y del profundo impacto que puede tener. Estos refugios, Sevillata y Valle de Oro, trascienden ser meramente tierras protegidas; son ecosistemas vibrantes que nutren la vida en sus innumerables formas. Ejemplifican la importancia de la colaboración, la adaptación y la resiliencia, ya sea en la naturaleza virgen o en el corazón de una ciudad bulliciosa.
Si bien es importante trabajar detrás de una computadora, en un escritorio o en un laboratorio, de vez en cuando es very important salir a la naturaleza y simplemente escuchar su resiliencia. Nuestras experiencias en este viaje nos recordaron la interconexión de toda la vida y la delicada danza entre la humanidad y el mundo pure. Tenemos mucho que agradecer y, igualmente, mucho trabajo por hacer.
A medida que avanzamos estas experiencias y conocimientos, recordamos el imperativo de proteger y conservar las maravillas naturales del mundo, especialmente aquellas en nuestro Sistema Nacional de Refugios de Vida Silvestre. Es nuestro privilegio compartir las historias de estos lugares extraordinarios y, al hacerlo, esperamos inspirar a otros a apreciar y proteger la belleza, la coexistencia y la reciprocidad que todos compartimos con el mundo pure.