Los perros llenan nuestras vidas de amor. Es un sentimiento easy pero muy preciso. Cuando estamos teniendo un buen día, ellos se alegran con nosotros. Si nos sentimos deprimidos, están ahí para levantarnos el ánimo. Los perros hacen que todo sea mejor. Los caninos son más conocidos por su lealtad y esta historia se centra en su compromiso inquebrantable con sus familias. Conocemos a un señor mayor y su perro que son inseparables. Pasan todo el tiempo juntos, incluso paseando por la ciudad y quedando con amigos. Donde hay uno, está el otro.
El perro del vídeo a continuación ejemplifica el compromiso de un perro con su dueño. Vemos cómo se despiertan temprano una mañana y caminan hacia la ciudad. El señor queda con unos amigos para comer y el perro espera justo afuera, mirando por la ventana con una sonrisa. A continuación, llega el momento de ir al mercado. Nuevamente, el perro espera felizmente a su papá. Después de un día completo de recados, regresan a casa.
Una vez en casa, se sientan juntos y ven la televisión. El perro se pone firme cuando su padre se lleva la mano a la cabeza y hace una mueca. Algo anda mal y el señor pide ayuda. Llega una ambulancia y los paramédicos llevan al señor al hospital. Su perro persigue a la ambulancia hasta allí. Una vez que llegan y llevan al hombre adentro, el perro intenta entrar también. El private lo ahuyenta y cierra las puertas.
Sin inmutarse, el perro espera. Espera y espera, anhelando reunirse con su padre. Se niega a abandonar el hospital hasta ver a su dueño. Al cabo de un par de días, la puerta se abre y el perro sale corriendo hacia ella. Es entonces cuando ocurre lo más inesperado. Es tan conmovedor y conmovedor que nos sorprenderá si no derramas una lágrima o dos. Para esto, amigos, se crearon los perros. Fueron hechos por amor. Sus corazones están atados al nuestro.