Tu caballo tiene prioridades. Son como peldaños de una escalera y, cuando te saltas uno, las cosas no funcionan bien.
Muchos ciclistas empáticos se saltan accidentalmente el segundo peldaño.
Quieren que su caballo se sienta seguro y protegido, pero cometen el error de intentar crear seguridad con un amor «suave».
El amor es asombroso, pero también aparece de diversas formas.
El amor puede ser un abrazo amable, un buen cepillado, un rasguño additional.
El amor puede ser limpiar un puesto o curar una herida.
El amor puede ser hacer algo de ejercicio o reducir el tiempo de pastoreo para prevenir la obesidad y hundirse.
El amor puede ser suave, duro, fuerte, feroz y audaz.
Muchas veces cuando miramos a nuestros caballos, queremos que el amor sea suave, cálido y dulce… como un bozal.🥰
Y olvidamos que nos miran y se preguntan de qué estamos hechos.
En los momentos de tranquilidad todo parece estar bien.
💥Pero cuando un ruido fuerte cruje, otro caballo sale disparado o ocurre un evento inesperado, no están buscando algo suave. Buscan fuertes.
Y lo encontrarán en usted o buscarán en otra parte. A un compañero de manada, o a su propia decisión; huir, huir, marcharse.
Cuando tu caballo te pone a prueba, busca seguridad. Si puedes manejarlo, probablemente también puedas manejar esa «cosa».
❤️ Ámalo más fuerte en esos momentos.
El amor que un maestro tiene por un alumno cuando este desafiarla hacer más.
El cariño que demuestra un entrenador cuando le pide a un deportista ‘sólo uno más’, revelando al atleta que tenían uno más en ellos.
El amor feroz, fuerte y audaz es lo que crea seguridad para tu caballo.
Esta energía no les repele, sino que les atrae.
Feroz no significa contundente, fuerte no significa duro, audaz no significa crudo… no cuando son entregados con amor.
Tu caballo puede manejarse fuerte. De hecho, lo está buscando.
No dejes de crear seguridad para tu caballo. Muéstrate más fuerte para él y para ti.
Te sorprenderá cómo los caballos se sienten atraídos por este tipo de amor.
Cabalga con fe,
Stacy Westfall